SUSPECTED METHANOL POISONING INCIDENT ALERT [Updated 12 March 2024]

Location: Bojonegoro, Indonesia Date: March 2024 Cases: 5 Deaths: 3 SOURCE

Location: Sangrur District, Punjab, India Date: March 2024 Cases: 49 Deaths: 21 SOURCE

Aspectos que los profesionales de la salud deben saber

Intoxicaciones por metanol

El metanol es un alcohol orgánico incoloro con un ligero olor alcohólico, comúnmente utilizado como disolvente,
combustible o anticongelante en la industria química. El metanol, como sustancia, no es tóxico en sí mismo, pero
cuando se ingiere, se convierte en ácido fórmico altamente tóxico, que puede provocar insuficiencia orgánica
múltiple, ceguera, daño cerebral e incluso la muerte.

La intoxicación por metanol a menudo se produce cuando se añade metanol a las bebidas alcohólicas para ganar
dinero. El fomepizol es uno de los antídotos efectivos para la intoxicación por metanol; sin embargo, no está
disponible en la mayoría de los países afectados por esta adulteración. Médicos Sin Fronteras (MSF) defiende una
mayor disponibilidad y accesibilidad al fomepizol.

Exposición al metanol

El metanol, también conocido como alcohol metílico, alcohol de madera o como bebida espirituosa derivada de la
madera, se utiliza comúnmente para diversos fines industriales. La exposición al metanol puede producirse a
través de ingestión, inhalación y absorción dérmica. También se pueden encontrar pequeñas cantidades de metanol
en algunos de los productos de consumo de nuestra vida diaria, como tintas y tintes, diluyentes de pintura y
productos de limpieza. Además, es una sustancia naturalmente presente en algunas frutas, verduras y bebidas
fermentadas alcohólicas y no alcohólicas. A través de nuestra dieta, el metanol también puede estar presente en
el cuerpo humano en pequeñas cantidades.

El metanol en sí no es tóxico, pero, cuando se ingiere, se transforma en formaldehído (HCHO) que luego se
metabolizará rápidamente para convertirse en ácido fórmico (CHOOH), extremadamente tóxico, y en su formiato
aniónico (CHOO-).  La mayoría de los incidentes de intoxicación por metanol ocurren como resultado de la
ingestión de bebidas alcohólicas adulteradas. Como el metanol es más barato que el etanol, otro tipo de alcohol
que es seguro para el consumo humano en cantidades moderadas, algunos fabricantes adulteran ilegalmente las
bebidas alcohólicas con metanol para reducir el coste de producción. A diferencia del agua, el metanol se
disuelve en etanol, diluyendo el etanol (que es más caro) sin dejar evidencia ni rastro visible de
contaminación. Si la cantidad de metanol consumido excede lo que el cuerpo humano puede tolerar, puede provocar
envenenamiento por metanol, causando acidosis metabólica.

Síntomas

La gravedad de los síntomas es directamente proporcional al volumen de metanol consumido y la cantidad de etanol
ingerida de forma concomitante. Se tarda entre 12 y 24 horas en producir suficiente formiato para que aparezcan
los síntomas de intoxicación si no se consume etanol, el antídoto más común, al mismo tiempo. Si se consume una
mezcla de etanol y metanol, pueden pasar días hasta percibir la aparición de los síntomas (el tiempo que tarde
el cuerpo en eliminar el etanol). Si el lapso de tiempo transcurrido antes de la aparición de los síntomas es
más corto (por ejemplo, <6 horas) , es poco probable que se trate de una intoxicación por metanol. Los
síntomas suelen durar unos días en la mayoría de los pacientes que sobreviven, pero los efectos tardíos (como
ceguera o daño cerebral) a menudo son permanentes.

Gastrointestinales:
dolor abdominal, náuseas, vómitos, falta de apetito, sangrado gastrointestinal, pancreatitis.
Neurológicos:
dolor de cabeza, mareos, vértigo, amnesia, disminución de la conciencia, coma, convulsiones.
Oftalmológicos:
alteraciones visuales, visión borrosa, fotofobia, pérdida parcial de la visión, pupilas dilatadas,
ceguera permanente.
Otros:
dificultad respiratoria o hiperventilación, acidosis metabólica, es decir, aumento de la acidez
sanguínea.

 

Diagnóstico

La intoxicación por metanol puede producir una serie de síntomas que son similares a otras afecciones médicas,
como la cetoacidosis diabética, la cetoacidosis alcohólica, la insuficiencia renal, la septicemia, el ataque
cardíaco, el accidente cerebrovascular o la resaca grave, lo que dificulta la obtención de un diagnóstico
correcto y oportuno. Entre los diagnósticos erróneos más comunes de la intoxicación por metanol se incluyen la
intoxicación alcohólica o la sepsis. El retraso en el tratamiento causado por un diagnóstico erróneo es
peligroso, ya que el pronóstico depende de la rapidez con que se inicie el tratamiento desde el momento de la
ingestión.

Por otro lado, las personas afectadas a menudo acuden al médico mucho tiempo tras la ingesta, debido al período
latente entre dicha ingesta y la aparición de los síntomas y por el miedo a recibir una amonestación por beber,
especialmente, en países en los que el alcohol está prohibido. Incluso en los casos en los que consiguen
atención sanitaria, puede que los profesionales de la salud de los ambientes en los que se producen estas
intoxicaciones no tengan los conocimientos o la experiencia necesarios para diagnosticar y tratar la
intoxicación por metanol de forma adecuada. Las intoxicaciones por metanol pueden provocar saturar fácilmente
los servicios médicos, ya que suelen producirse en grupos, por ejemplo, en reuniones y fiestas, con hasta
cientos de personas afectadas a la vez y con casos graves que necesitan cuidados críticos.

Tratamientos

Sin un tratamiento específico, los pacientes pueden quedar inconscientes y morir en un par de
días. Tan solo unos 10 ml (2 cucharaditas) pueden causar ceguera y 30 ml (aproximadamente un trago) o más
pueden provocar la muerte. Si no se tratan, los síntomas suelen evolucionar hasta provocar trastornos
visuales, coma, daño cerebral y muerte.

El peligro de intoxicación por metanol se produce cuando el cuerpo metaboliza el metanol consumido y lo
convierte en su subproducto tóxico (ácido fórmico/formiato). La acumulación de estas sustancias tóxicas puede
provocar un exceso de ácido en los fluidos corporales y, lo que es más importante, puede afectar la función
mitocondrial en todas las células, creando un fenómeno conocido como «hipoxia celular». Por lo tanto, el
objetivo del tratamiento es prevenir que continúe metabolizándose usando como antídoto etanol o fomepizol;
tamponar la acidosis con bicarbonato y, si hay posibilidad de hacerlo, practicar diálisis para eliminar el
metanol y su subproducto tóxico del cuerpo. Finalmente, al administrar ácido fólico o folínico, se mejora la
eliminación endógena (es decir, por el propio cuerpo) del ácido fórmico.

Para conocer los protocolos de tratamiento de la intoxicación por metanol y obtener materiales para el fomento
de la salud, visite nuestro centro de
recursos
.

Etanol (por vía oral o intravenosa)

El etanol es el antídoto más utilizado para bloquear la metabolización del metanol. El etanol funciona
compitiendo con la descomposición metabólica del metanol y evitando así la acumulación de subproductos
tóxicos.Sin embargo, es difícil calcular la cantidad necesaria de etanol que se debe suministrar, y el nivel
de alcohol en sangre es, a menudo, demasiado bajo o demasiado alto. Por lo tanto, aunque potencialmente
puede salvar vidas, el antídoto preferido, el fomepizol (ver a continuación), es mucho más fácil de
dosificar y tiene menos efectos secundarios que el etanol, y debe usarse si está disponible.

Fomepizol

El fomepizol es un antídoto más eficaz y fácil de usar, que no causa sedación ni cambios de comportamiento
en los pacientes a causa de la intoxicación. Su eficacia puede reducir la necesidad de intubación o
diálisis. Sin embargo, el fomepizol es muy caro y no está disponible en muchas partes del mundo. El precio
del fomepizol varía según el lugar y oscila entre los 500 y 5000 dólares estadounidenses en su formato de
administración por vial.
En 2013, el fomepizol se incluyó en la lista de medicamentos esenciales recomendados por la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, debido a la falta de datos sobre la intoxicación por metanol y el
alto coste del fomepizol, este antídoto no está registrado en la mayoría de los países ni tampoco aprobado
para reservas de emergencia. Por eso, Médicos Sin Fronteras (MSF) defiende una mayor disponibilidad y
accesibilidad al fomepizol.

Bicarbonato (NaHCO3)

El bicarbonato se utiliza a menudo como un tampón para tratar la acidosis sanguínea y en otros tejidos del
cuerpo, lo que puede reducir la toxicidad del ácido fórmico/formiato y, en consecuencia, los niveles de
ácido en el cuerpo. Se administra con la esperanza de que pueda revertir temporalmente los síntomas. No
obstante, por lo general, el bicarbonato solo pospondrá los síntomas, dejando el problema sin resolver hasta
que se bloquee el metabolismo del metanol.

Diálisis

La diálisis se utiliza para eliminar el alcohol tóxico (metanol), eliminar su metabolito tóxico (formiato) y
corregir la acidosis de forma efectiva. Si se dispone del equipo adecuado, la diálisis también se puede
emplear para eliminar el metanol y el formiato, así como para corregir la acidosis metabólica, a menudo, muy
grave.

 

Prevención

La falta de conocimientos básicos sobre la intoxicación por metanol y la escasez de equipos de diagnóstico se
encuentran entre los principales obstáculos para reducir los efectos nocivos de dicha intoxicación. Al
concienciar y educar sobre la intoxicación por metanol tanto entre el público como entre la comunidad médica, se
pueden salvar muchas vidas y evitar las muertes con medios relativamente sencillos.

El personal médico debe conocer los tratamientos específicos y el uso del antídoto para la intoxicación por
metanol. Las personas deben dejar de comprar y producir bebidas alcohólicas o licores ilegales que se venden en
recipientes sin etiquetar. También deben conocer los síntomas de la intoxicación por metanol y acudir al médico
de inmediato si los síntomas relevantes se desarrollan después de 12 a 24 horas o más adelante.